Este lunes
estuve en el play de gringo, en una actividad coordinada por el dirigente Aris
Tomas, (que ciertamente fue una gran actividad), ahí me junte con Ivelisse y
pude palpar nuevamente su compromiso
social.
Ivelisse Laureano,
como es su nombre completo, es una mujer desprendida, que sacrifica su vida
personal para el beneficio del colectivo.
Cuando la
escuche hablar en ese escenario y vi como los presentes le prestaban atención,
me di cuenta que ha valido la pena el sacrificio y que la gente conoce de su
incansable labor.
Las emociones
fueron tantas, que su comprensivo esposo, Ingeniero Alfonzo Beato, me comento
luego del discurso, con rostro de mucha alegría, ESA ES MI ESPOSA, ESA ES MI
ESPOSA.
Entonces la
felicidad fue mayor, porque esas palabras dejaban bien claro, que hay un esposo
que conoce y sabe de la vocación de su pareja, de todas las horas y los días
con jornadas interminables y de extremado sacrificios en beneficio de
comunidades e instituciones sociales, culturales y deportivas, que son los
principales testigos, del trabajo de
Ivelisse