CHICAGO -- Durante gran parte de las últimas cuatro temporadas de Starlin Castro con los Cachorros de Chicago, su compañero de equipo Anthony Rizzo siempre tuvo a mano una palabra de aliento.
Después de su tan esperado regreso a Chicago, le tocó el turno a Castro devolverle el favor.
Mientras los fieles aficionados de los Cachorros le dieron una calurosa bienvenida de vuelta a los "Confines Amistosos" de Wrigley Field, más tarde esa noche, alejados de las cámaras y de la fanfarria, el ahora segunda base de los Yankees se sentó con su viejo amigo para darle un poco de su propia medicina.
A Rizzo no le ha estado yendo bien en el plato últimamente, habiendo conectado sólo dos hits en sus últimos 27 turnos de cara al partido del domingo por la noche.
Así que al reunirse el viernes en la noche, Castro le repitió algunas de las mismas palabras que el estelar primera base de los Cachorros le dijo en muchas ocasiones: "Recuerda quién eres; no hay nada que preocuparse".
"Siempre me decía que él sabía qué clase de bateador yo soy; que confiara en mí mismo", reveló Castro en entrevista con ESPN Digital. "Rizzo y yo siempre nos ayudamos. Me da mucho gusto verlo. Pudimos hablar un poco y me dijo que se siente un poco perdido en el plato. Así que le recordé que él sabe quién es. Todos sabemos lo bueno que es; no hay nada que preocuparse".
Cuando Rizzo fue subido de la sucursal de Triple A de los Cachorros en Iowa para hacer su debut en Grandes Ligas en junio de 2012, Castro, entonces también con 22 años, estaba bien encaminado a convertirse en la cara de la franquicia y rumbo a su segunda selección consecutiva al Juego de Estrellas.
Theo Epstein asumió su puesto como presidente de los Cachorros ese mismo año, dejando atrás a los Medias Rojas de Boston
con la misión de romper la extensa sequía de un campeonato de Serie Mundial de otro de los equipos más repletos de tradición en Grandes Ligas.
Fuente: ESPN